lunes, 28 de marzo de 2011

LA MALDICIÓN DEL PERLA NEGRA (2003) - Escena en la isla - PERO, ¿EL RON POR QUÉ?


¿Qué puede ser mejor que estar solo en una isla del caribe en compañía de una hermosa mujer y con todo el licor disponible para ambos? Pero las cosas son distintas para el capitán Jack Sparrow. En esta cómica escena se mezclan de manera estupenda, la expresión facial, la peculiar manera de andar, la voz y el recital de gestos  del distinguido capitán Jack Sparrow, interpretado por Johnny Depp.
La dama había planeado embriagar al capitán Sparrow, y crear una enorme señal de humo con el licor y la quema de parte de la vegetación de la isla. El capitán reacciona, reclama, protesta, la chica se lo explica, pero de nada sirve, en lo único que piensa es en el licor. Luego de explicárselo ella se sienta dándole la espalda, después de todo el plan es brillante. Todo el que haya visto la película, no puede evitar al menor esbozar una sonrisa cuando vemos al capitán Sparrow llevarse ambos puños a la boca en señal de contención de ira e impotencia y sacar la pistola, de un solo tiro. Es un momento cortísimo en la escena pero en donde el espectador puede deducir lo que pasa por la mente de Sparrow, a través de la expresión de sus ojos y de sus gestos, algo más o menos así: “Hay mujer, me dan ganas de matarte, pero no lo hago porque este tiro me puede salvar de la agonía de quedar abandonado para siempre aquí". Es notable de resaltar también, el acertado doblaje.
Jack Sparrow es toda una caricatura de la concepción romántica de un pirata, una gran caracterización por parte del versátil Johnny Depp.

domingo, 20 de marzo de 2011

EL CABALLERO DE LA NOCHE (2008) - Escena en el cuarto de interrogación - "¡TÚ, NO TIENES NADA!


La nueva versión de Batman, la inmortal interpretación de Heath Ledger y la dirección acertada de Nolan junto a un guión mucho más maduro ha marcado la pauta de cómo debe ser caracterizado este villano en el futuro.
En la escena vemos cara a cara a los dos personajes principales inmortalizando la prueba irrefutable de por qué es el Guazón el más peligroso enemigo del justiciero, expresádolo en la célebre frase:  "Tú eres la otra parte de mí."
El Guazón está encerrado, no puede escapar, Batman viene a visitarlo solo por rutina, simplemente para hacerle confesar la ubicación del deaparecido fiscal Dent, después de todo se trata de un rufián que roba por dinero. Pero no es así de simple, los ojos del héroe reflejan lo profundo del poder de influencia del Guazón y como su retorcida manipulación psicológica pretende hacer caer al enmascarado para hacerle quebrantar el único límite de sus acciones: no matar.
Batman intenta presionar al Guazón pero este saca a relucir sus intenciones. El hombre murciélago pasa entonces a ser otra de las víctimas pues todo ha sido mentira y todos cayeron en la trampa. Nunca en las interpretaciones tanto en el cine como en la televisión se vio tan justificada las carcajadas del Guazón. ¿Por qué? Porque su plan salió a la perfección y un impotente Batman solo puede recurrir a sus impulsos humanos, cosa que al criminal le causa un enorme regocijo; tiene en sus manos al mismísimo superhéroe de ciudad Gótica y ningún golpe de este le quitará el placer de manipularlo y de fijar para siempre su mente la carga de haber tenido que elegir entre dos vidas y hacerlo sentir responsable por la pérdida de una de ellas.

LOS INTOCABLES (1987) - Tiroteo en la estación del tren - "¿Lo tienes Tom? ... MÁTALO!"



El dolor por la pérdida de su amigo Malone y la necesidad imperiosa de aprehender al único testigo capaz de llevar tras las rejas a su peor enemigo son los ingredientes de este escena.

La hora avanza y el sonido de los pasos de todos los que transitan por la estación del tren no hace más que acelerar los latidos a medida que avanzan los minutos. La tensión aumenta y para mala fortuna de Elliot Ness, una madre y su pequeño bebé  aparecen. La duda se apodera de él mientras decide entre ayudar a la madre y su niño a dejar la estación o montar guardia ante la posibilidad de que su presa se le escape, pero Elliot sabe que la captura no será pacífica y decide ayudarla. El tiempo continúa avanzando y sospechosas figuras entran en la estación, mientras la música no hace más que elevarnos la tensión. Elliot se percata que son demasiados para él, pero por el momento solo le importa salvaguardar al pequeño, lo demás deberá llegar en el momento en que deba, ya no hay marcha atrás.
Esta grandiosa escena la desarrolla, por un lado,  la férrea voluntad y determinación de Elliot Ness por capturar a su testigo y su inquebrantable compromiso con el deber que lo obligan a ayudar a una criatura en desgracia, en medio del feroz tiroteo.  Asimismo destaca la mortal precisión de su amigo y subalterno Stone, quien desde donde se encuentre y de la mejor manera que pueda, logra cubrir y apoyar a Ness (el disparo desde un segundo piso y por entre dos columnas).
El momento cumbre para esta escena son dos: la llegada de Stone a tiempo para lanzar un revólver para Elliot, al mismo tiempo de servir de apoyo al carrito del bebé salvándolo y la otra en donde el mismo Stone con la mirada fija y penetrante y sin reflejar el más mínimo de escrúpulo  solo espera de la orden de su jefe para ejecutar al captor de su testigo.

sábado, 19 de marzo de 2011

LA SOCIEDAD DE LOS POETAS MUERTOS (1989) - Escena final - "¡OH CAPITÁN! ¡MI CAPITÁN!"




Un grupo de estudiantes de una prestigiosa academia de EEUU son obligados, por las autoridades de la misma, a firmar un documento contra su controversial pero querido maestro, por considerarlo como una mala influencia para la juventud y contrario a las tradiciones de la instituión.

En esta magistral escena, el expulsado profesor acude por última vez a su aula de clase para recoger sus pertenencias. Antes de retirarse, y pese a las reiteradas y denodadas amenazas de una de las autoridades de la academia, escucha la verdad de la situasión de parte de uno de sus estudiantes para luego recibir el respaldo y la gratitud de un gran número de ellos. Una escena imborrable acompañada por una banda sonora, que confluyen en el momento preciso para resaltar esos grandes valores humanos como lo son la lealtad y el respeto para con los amigos. Un momento memorable de uno de los clásicos en la historia del cine.